El inicio chileno
Entra en una de las tiendas de barrio de Chile y verás máquinas de recarga adornadas con el nombre "Algramo". Los clientes traen contenedores reutilizables, cada uno equipado con una etiqueta RFID única, para rellenar artículos esenciales diarios como champú, lavavajillas y detergente. También pueden pedir recargas en su puerta y pagar a través de una aplicación telefónica.
Los servicios de recarga como estos son fundamentales para abordar la crisis de contaminación plástica, dicen los expertos. Reducir el consumo de productos plásticos de un solo uso, incluidas botellas y envases, puede disminuir los 430 millones de toneladas de plástico que la humanidad produce al año, dos tercios de las cuales son productos de corta duración que pronto se convierten en desechos.
Fundamentalmente, el costo de los productos Algramo por gramo es el mismo sin importar cuán poco o cuánto compren los clientes. Aliviar el “impuesto a la pobreza”, que obliga a quienes tienen menores ingresos a incurrir en mayores gastos por no comprar al por mayor, es el objetivo central de la startup chilena Algramo (que significa “por gramo” en español).
Empresas como Algramo, fundada en 2013, ilustran los beneficios económicos de abordar este problema y reimaginar la relación de la humanidad con el plástico. Como ha dicho su fundador y CEO José Manuel Moller: “La gente está decidiendo entre su bolsillo o su planeta, por eso necesitamos ser más baratos y mejores”.
“Nuestros clientes pagan el embalaje sólo en la primera compra”, afirma Cristóbal Undurraga, director de marca de Algramo. "Esto permite a las familias pagar alrededor de un 40 por ciento menos por los artículos de primera necesidad debido al sobreprecio que suelen tener los productos de formato pequeño".
Dado que un tercio de todos los plásticos producidos se utilizan solo una vez y se desechan, las soluciones a la crisis de contaminación plástica deben seguir un enfoque de ciclo de vida, según el informe Apagar el grifo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicado ayer. Esto implica reducir la contaminación plástica en todas las etapas del ciclo de vida de un producto y fomentar la reutilización.
"Debemos eliminar el plástico innecesario", dijo Elisa Tonda, Jefa de la Subdivisión de Recursos y Mercados del PNUMA. "La industria de alimentos y bebidas es la principal fuente de desechos plásticos en los países en desarrollo y es responsable de 9 de los 10 artículos más comunes que se recogen durante la limpieza de playas".
Para cambiar el rumbo del uso del plástico será necesario un cambio de sistema que aborde las causas de la contaminación plástica y cree oportunidades de mercado, afirma Tonda. "Los gobiernos, las empresas y el sector financiero deben incentivar la reducción del consumo de plástico, fomentar la reutilización del plástico, prohibir los envases y productos de plástico innecesarios, invertir en reciclaje y comprometerse con asociaciones que aborden la contaminación plástica", añadió.
Según Undurraga, uno de los mayores desafíos que enfrentó la empresa fue cambiar la forma en que las grandes empresas tratan el plástico.
“Las empresas han configurado sus equipos y sus proveedores para trabajar siguiendo un modelo lineal, en el que, una vez vendido el producto, el embalaje no tiene relevancia para ellas”, afirma. "Proponemos lo contrario: una vez que se vende un producto, es responsabilidad de la empresa mantener ese embalaje en la economía y fuera del medio ambiente, y estamos aquí para ayudar a facilitar esa transición".
La empresa se ha expandido fuera de Chile; A principios de este año, probó sus máquinas expendedoras en una sucursal de Lidl en West Midlands en el Reino Unido, permitiendo a los clientes recargar cuatro tipos de detergente para ropa de marca propia de Lidl. Algramo también está probando máquinas expendedoras en asociación con Nestlé en Indonesia para sus productos Milo y Koko Krunch. La startup cuenta con máquinas expendedoras en Nueva York y se prepara para ingresar al mercado mexicano.
Si bien cada mercado tiene sus propios desafíos en torno a la contaminación plástica, Undurraga dice que el problema necesita una respuesta global.
“Chile tiene más de 6.000 kilómetros de costa, por lo que la contaminación de nuestros océanos es mucho más evidente que en otros países, pero (hay lugares) que están literalmente inundados de plástico por las malas prácticas de las industrias y gobiernos globales. Tenemos que afrontar esto como un problema global”.
Dado que solo el 9 por ciento del plástico se recicla cada año en todo el mundo, reutilizar los contenedores de plástico es mucho más preferible que tirarlos a la papelera de reciclaje.
"Necesitamos dejar de creer en la fantasía de que el reciclaje es la solución para la gestión de residuos", afirma Undurraga.
“Nunca podremos reciclar la cantidad de plástico que producimos. Si realmente lo piensas, es absurdo recolectar plástico para reciclarlo con el fin de hacer otro plástico y luego volver a usarlo, en lugar de simplemente reutilizar algo una y otra vez, y crear valor y conveniencia”, añade.
Desde 2020, los clientes de Algramo han reutilizado más de 900.000 envases, lo que equivale a más de 100.000 kilogramos de plástico que se habrían convertido en residuos. El deseo de los consumidores (y los incentivos económicos) están ahí para revolucionar la forma en que producimos, consumimos y reutilizamos nuestros productos plásticos.
Sin embargo, según los expertos, también está claro que se necesita la intervención del gobierno.
“El sector privado ha demostrado una y otra vez que el medio ambiente no está por encima de las ganancias, por lo que necesitamos regulaciones para obligarlo a actuar. Los gobiernos (pueden desempeñar un papel muy importante) en esto”, dice Undurraga. "Necesitamos palos y zanahorias, incentivos para las empresas a las que les va bien y sanciones adecuadas para las que no".
Los gobiernos están avanzando, con el Comité Intergubernamental de Negociación que se volverá a reunir este mes, para forjar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación plástica para fines de 2024. El Día Mundial del Medio Ambiente de este año se centrará en soluciones a la crisis de la contaminación plástica, reforzando aún más la Es necesario que los gobiernos de todo el mundo reconozcan que se necesita un enfoque multilateral para cambiar la forma en que la humanidad diseña, produce y consume productos plásticos.
Acerca del Día Mundial del Medio Ambiente
El Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio, es el día internacional más importante para el medio ambiente. Dirigido por el PNUMA y celebrado anualmente desde 1973, el evento ha crecido hasta convertirse en la plataforma global más grande para la divulgación ambiental, con millones de personas de todo el mundo comprometidas para proteger el planeta. Este año, el Día Mundial del Medio Ambiente se centrará en soluciones a la crisis de contaminación plástica.
Acerca del Día Mundial del Medio Ambiente